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La ansiedad como el peor enemigo de la disfunción eréctil

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La disfunción eréctil es la segunda disfunción sexual más frecuente en los hombres, después de la eyaculación precoz. Según diferentes estudios, aumentan los casos conforme aumenta la edad. Por lo que pudiera parecer que el factor orgánico es la principal causa de disfunción eréctil, ya que el envejecimiento aumenta la aparición de factores de riesgo que pueden conllevar una afectación de la respuesta sexual masculina.

No obstante, en la disfunción eréctil, aunque existan factores orgánicos o iatrogénicos como causantes principales del problema, los factores psicológicos actúan casi siempre como potenciadores, e incluso mantenedores del problema en el tiempo. Por ejemplo, tener un gatillazo en estado de embriaguez y que el problema se mantenga en el tiempo, incluso estando sobrio. Existen muchos portales donde puede consultarse información sobre este tema como http://www.avecesnospasa.com/

Las muñecas sexuales y las disfunciones sexuales masculinas

 
Una de las causas principales que desencadenan el fracaso eréctil es la ansiedad de rendimiento o el “miedo a no dar la talla”. Este tipo de miedo viene originado por muchas falsas creencias sobre la sexualidad. El hombre de hoy en día, tanto heterosexual como homosexual (activo), se obliga en todo momento a ser como un director de orquesta, donde el placer del otro depende de uno y de la varita mágica por excelencia para dar placer, el pene. Claro, durante la obra nada puede fallar pues está en juego nada menos que la hombría. Cuando se tiene un primer gatillazo se experimenta un coktail de emociones y pensamientos contradictorios que predisponen a tener un segundo gatillazo en un próximo encuentro. Y donde pasa dos veces, pasa tres, cuatro, etc…. Después de un tiempo se afianza una ansiedad de rendimiento.

La ansiedad es una respuesta fisiológica que tiene unos efectos inmediatos en la respuesta sexual. En los casos de disfunción eréctil, en un pérdida total o parcial de la erección o en la no obtención de la erección, dificultando así la penetración. La frustración que esta situación genera en muchos hombres, propicia la aparición de los siguientes síntomas, que confirman la presencia de ansiedad:

  • Situacionalidad del problema: la dificultad eréctil suele estar relacionada con situaciones donde se tiene la posibilidad de penetrar. Suele ocurrir en situaciones muy concretas, que descartarían el factor orgánico, como la puesta del preservativo, el desnudarse, presencia de otra persona, justo antes de la penetración, durante la penetración o incluso en otras prácticas sexuales como sexo oral, sexo anal, masturbación mutua o en solitario, incluso en preliminares. A medida que pasa el tiempo, puede agravarse el problema e ir dándose en más situaciones.
  • Autobservación: El fracaso eréctil continuado predispone al hombre a mantener la atención a su propio pene, distrayéndose de estímulos eróticos, evaluando de forma continua su erección e incremetandose los niveles de ansiedad
  • Frustración: Las continuas pérdidas de erección generan un alto grado de frustración y malestar en el mismo momento que ocurre, finalizando por completo la relación sexual.
  • Evitación: Al cabo de un tiempo de evolución del problema, el hombre empieza a evitar aquellas situaciones que le generan ansiedad y pérdidas de erección.
  • Erecciones matutinas: En la mayoría de casos, de disfunción eréctil por ansiedad de rendimiento, el hombre tiene erecciones espontáneas, durante la fase del sueño. El hombre suele darse cuenta de estas erecciones al levantarse por la mañana o al despertarse en mitad de la noche.

La disfunción eréctil es un problema multifactorial donde la ansiedad es el factor que está presente en casi todos los casos. Y esto ¿porqué? Porque los modelos de actividad sexual marcan cual es la secuencia lógica de las relaciones sexuales ¿cuáles son esos modelos? Pues básicamente, los de la pornografía. Parece que el sexo es lo que vemos en el “porno”. Claro cuando aparece una dificultad como la disfunción eréctil, resulta muy complicado reproducir este modelo de actividad sexual, por lo que los actores se quedan sin disfrutar del encuentro. Un auténtico drama del que hay que tomar nota, para darle solución. En la mayoría de los casos, buscando ayuda profesional.


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